Mañana mismo, los vecinos de Rubiáns entregarán en Ravella su proyecto de reforma de la plaza de O Souto. Cumplen así el compromiso adquirido hace unas semanas con el Concello, cuando aseguraron que iban a estudiar el diseño que les había planteado el gobierno local para hacer propuestas sobre el mismo. Esas propuestas están listas, y las ideas de los vecinos plasmadas sobre el papel.
Las diferencias entre el dibujo elaborado por el Concello y el que han trazado desde la asociación que preside Xurxo Abuín son evidentes. En primer lugar, los vecinos amplían la supercie sobre la que se va a actuar, ya que consideran que dejar espacios sin tratar acabaría por convertir esos huecos en «silveiras». El planteamiento de los vecinos incorpora también otras novedades que, sin duda, encarecerán el proyecto, pero que son imprescindibles, dicen, para que «as cousas se fagan ben, a conciencia», y para que a la vuelta de unos años nadie se tenga que echar las manos a la cabeza por una obra mal pensada.
Los vecinos, como también hacía el Concello, dividen la superficie sobre la que se va a actuar en dos zonas perfectamente delimitadas: la plaza y el parque.
La primera es una superficie de unos 1.900 metros cuadrados que presenta un desnivel de 1,45 metros entre la zona más alta (lindante con la carretera a Zamar) y el centro social de Rubiáns. El Concello plantea tratar esa superficie en un único plano, posibilidad que los vecinos consideran intolerable debido a la diferencia de altura. Por eso, ellos plantean crear dos planos distintos. El mayor estaría más elevado. Sería una gran explanada empedrada en la que plantean la colocación de una fuente y de una pérgola con plantas de hoja caduca, así como bancos, árboles y farolas rodeando el perímetro. A través de unas escaleras se descendería hacia una pequeña plazoleta situada en frente del centro social. Sería también una superficie empedrada que en verano podría acoger actuaciones, ya que el aforo estimado es de más de 600 personas, «que en Rubiáns son xa bastantes prazas».
Desde la parte alta de la plaza también se accedería a través de unos escalones a la zona del parque. A este se le pretende dar un tratamiento de jardín, con un césped cuidado (los vecinos piden que se instale un sistema de riego automático) y sendas peatonales construidas con losetas de piedra irregulares. Con esas mismas losetas se pretende señalar el ahora acceso rodado a la iglesia, que será desplazado hacia fuera del parque. Además, en la zona de parque los vecinos han colocado un estanque que, rodeado de bancos, farolas y árboles, será el centro de un lugar «agradable para pasar as tardes do verán».
En el proyecto vecinal, se establecen también zonas de aparcamiento en las inmediaciones de la plaza. Un área que podría ser utilizada por los camiones-escenario cuando se celebren verbenas sin que estas estructuras dificulten, como hasta ahora lo han hecho, el tránsito rodado por ese lugar.
(Fuente: La Voz De Galicia)
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